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  • Foto del escritorAguas Claras

¿Cómo contar los cuentos infantiles?

Actualizado: 27 ene 2018



¿Cómo son los cuentos?

Los siguientes cuentos son especiales ya que abordan las circunstancias más complejas de la edad pre escolar: problemas cotidianos o situaciones nuevas que pueden hacerse más fáciles con la adecuada mediación de los padres.


¿Para qué contarles cuentos a los hijos?

Los cuentos son un instrumento que les ayudará a los niños de una forma entretenida a prever una situación, a tener una expectativa realista, a conocer nuevas formas para solucionar una situación conflictiva y a desarrollar la empatía a través de la identificación con los personajes. Todo esto mediante el uso del lenguaje como mediador de la conducta. Es decir, mediante el cuento, vamos enseñando y cutivando en nuestros niños la capacidad de reflexionar.


¿Cuándo es mejor contarles cuentos?

Cada vez que quiera: en el auto, en el bus, en la mañana, para distraerlo, para que duerma siesta y antes de dormir. Es bueno que los niños tengan a su alcance una serie de cuentos para su edad que ellos puedan tomar libremente y pedir que se les lea.

Se sugiere contarles cuentos antes de dormir ya que además de ir creando un hábito saludable, le disminuye la ansiedad propia de tener que dormir solo. Esto sucede porque la ansiedad es incompatible con las funciones cognitivas que se requieren para atender y comprender una narración. Por eso con el cuento, va disminuyendo la ansiedad de separación de saber que pronto se va dormir en su cama. El niño se va calmando y se entrega de manera lúdica a los mensajes de un cuento.


¿Cómo debo hacerlo?

No es necesario que cuentes el cuento tal cual. SI bien los diálogos y las situaciones son escogidos cuidadosamente, no dudes en hacer pequeños cambios que le permitan participar al niño o adaptarlo a su edad. Por ejemplo es ideal dejar que él o ella le invente el nombre al personaje principal. Había una vez una niñita… “¿adivina cómo se llamaba esta niñita?” Trata de que no se llame igual que tu hijo(a) ya que eso permite una diferenciación sana respecto al personaje. También puedes cambiar la situación: si es el primer día de Francisquita en el jardín y resulta que tu hijo va por primera vez al colegio, cambia el “jardín” por el “colegio” y adapte los aspectos en relación a eso. Lo mismo si se menciona la comida preferida de un personaje, puedes cambiarla por la de tu hijo(a).

Lo importante es mantener un sano equilibrio entre los parecidos y las diferencias; mantener la congruencia de la historia y hacerlo atractivo para tu hijo(a).


¿Qué son las indicaciones, contraindicaciones y posibles cambios que aparecen al comienzo de la historia?

Las “indicaciones” señalan para quienes se recomienda la historia especialmente.

Las “contraindicaciones” a quienes no se les debe contar la historia.

“Evaluar adaptación” son puntos del cuento donde hay que poner atención para ver si hay que cambiar algún aspecto con el fin de no perder el valor terapéutico de la historia.

Recuerda que estas son historias con un fin clínico, además de lúdico. Pretenden disminuir ansiedades y desarrollar fortalezas, por lo que contadas al niño equivocado podría tener el efecto contrario. Por ejemplo, contarle a un niño que nunca ha ido al jardín la historia de “Francisquita aprende a defenderse”, le podría causar temor y ansiedad frente a un medio que aún no conoce.

Recuerda que nadie conoce a tu hijo mejor que tú y confía en tu capacidad creativa. Todos somos capaces de inventar historias, sobre todo cuando es para quienes mejor conocemos.


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